La sucesión en una empresa familiar es un proceso complejo que involucra a varios agentes clave, cada uno con roles y responsabilidades específicas. Cabrera y García (1998) desarrollaron un modelo que identifica estos agentes dentro de dos subsistemas: el familiar y el empresarial. Desde Acertum asesoramos a nuestros clientes para tener un modelo a medida de sus necesidades.
El propietario-fundador
El propietario-fundador es el primer agente en el proceso sucesorio. Su rol y compromiso con el liderazgo familiar, así como su percepción de la empresa transmitida, son cruciales.
La actitud del propietario-fundador hacia su desvinculación progresiva de la empresa, la formación del sucesor y su capacidad comunicativa para fomentar un ambiente de trabajo propicio, son factores determinantes en la transición.
El estado físico y de salud del propietario-fundador también influye en su disposición a ceder el control. Generalmente, se prefiere que la propiedad y la dirección de la empresa permanezcan en manos de la familia.
El sucesor
El sucesor, segundo agente en la sucesión, se relaciona con su capacidad para asumir el control de la empresa familiar.
Esto depende de su formación, grado de compromiso y la satisfacción de sus necesidades. El estilo de liderazgo es crucial, ya que los fundadores suelen adoptar un estilo autocrático, mientras que los sucesores tienden a ser más democráticos.
La cuestión de género es un aspecto relevante en la sucesión en desafíos específicos como discriminación y lucha por el poder (Vera y Dean, 2005; Haberman y Danes, 2007).
Gestión de conflictos
Las diferencias de opinión y los enfrentamientos limitados al ámbito laboral resultan en un proceso sucesorio más acertado.
El grado de compromiso del sucesor con la empresa y la satisfacción de sus necesidades evolucionan con el tiempo, influenciando la eficacia de su desempeño.


